Datos de Alana en D&D Beyond

Alana Kenath, Guardiana de Bahamut y Melora

  • Semielfa, 66 años, 1’78m

  • Clériga de la Tempestad

  • Adora a Melora y a Bahamut porque por qué no

  • +0 en Religión

  • Caótico bueno, supongo

  • Fue ecoterrorista un tiempo, luego se le pasó

  • Casada con Royce

  • Tira rayos y tiene un brazo de madera

  • B O L L I T O S

  • Estresada siempre

Alana se crió con sus padres, devotos de Melora, en una comunidad nómada que viajaba por todo Tal’Dorei. Su madre es humana y su padre elfo. Al cumplir la mayoría de edad decidió seguir los pasos de su madre y acudir al templo de la Madre Salvaje de Westruun  para convertirse en clérigo, más por inercia que por otra cosa. Aunque Melora le otorgaba sus dones, Alana solía buscar la parte más práctica de su trabajo en la fe y a menudo se escapaba de clases y se pasaba el día vagando por el bosque o juntándose con compañías poco recomendables. 

Así entró en el grupo de los Hijos Salvajes, una organización que pretendía desestabilizar el gobierno del Margrave de la ciudad con pequeños actos de sabotaje. Cuando el grupo propuso atentar contra la vida del Margrave, Alana no fue capaz de enfrentarse a sus compañeros ni a su pareja, Oleander, una drow que comandaba su grupo, y abandonó los Hijos Salvajes a escondidas.

Mientras viajaba hacia el Norte para dejar su vergüenza atrás y quizás visitar la ciudad natal de su padre, Lyrengorn, decidió aceptar el trabajo de Khundrukar para conseguir algo de dinero. Eso la unió definitivamente a los Recios y la llevó a descubrir que su familia élfica proviene de una antigua estirpe de Guardianes de Bahamut, encargados de custodiar una valiosa reliquia, lo que ha puesto su fe en una situación delicada. Alana ha encontrado un equilibrio sirviendo a ambos dioses de la mejor manera que sabe: protegiendo a los demás.

Desde que ha aprendido a asumir sus responsabilidades y enfrentarse a sus errores en vez de huir de ellos ha descubierto que tal vez sí que tiene madera de clérigo. Defenderá el grupo a cualquier precio, aunque no siempre lo haga con una sonrisa.

Angua