La campaña con el peor nombre de la historia empezó en verano de 2018 en el servidor de Discord de Critical Role, entre 9 desconocidos que querían probar la 5ª edición de D&D. Hubo quien dejó la campaña a medias y hubo quien hubo que sacar por la fuerza, pero el grupo siguió jugando con constancia y ganas cada Martes, convirtiendo a sus jugadores en amigos íntimos.